lunes, 27 de julio de 2015

Corrientes educativas y de crianza: ¿Se nos está yendo de las manos?

Ultimamente no paran de salir artículos de lo mismo: El peligro de elogiar a los niños.
Surgen hasta debajo de las piedras, todas dicen lo mismo y todas me provocan el mismo sentimiento: se nos está yendo de las manos todo esto.



La crianza y educación de los niños siempre es un tema muy controvertido, con opiniones de todo tipo y estudios que se contradicen entre sí. Sinceramente creo, que nos estamos pasando y mucho.

No todo es  A B C.

No todo tiene por qué ser necesariamente igual. Ni los gustos de las personas, ni las opiniones o creencias, ni la educación de los niños o incluso los mismos niños, aún siendo de la misma familia.

Un mismo tipo de crianza ofrece tantos resultados como niños tengamos, no solo dentro de la misma unidad familiar sino, por ejemplo, en un aula. Al igual que nos pasa a los adultos en nuestras casas o en nuestros trabajos. No reaccionamos igual ante la situaciones y por tanto los niños tampoco.
Por no seguir insistiendo en lo mismo, decir que si aplicamos ,por ejemplo, una crianza en libertad -entendiendo libertad también como libertinaje- a dos niños de edades próximas podremos ver que no  se comportarán igual. ¿Qué pasa entonces con el resto de crianzas?

Crianza y educación sí van de la mano.

Muchas madres creen y afirman que crianza y educación no van de la mano. Que la crianza se ejerce en casa y la educación en la escuela. Siento deciros que no podéis estar más equivocadas. Para muestra, su definición:

crianza
nombre femenino
  1. 1.
    Cría (alimentación y cuidado que recibe un bebé o un animal recién nacido hasta que puede valerse por sí mismo).
    "la crianza y educación de los hijos proporciona multitud de gratificaciones"
  2. 2.
    Cría (alimentación y cuidado que recibe un animal o una planta por parte de una persona para que tenga un crecimiento y desarrollo adecuados).
    "trabaja en un centro de crianza de caballos; la malograda crianza de las cepas en la isla de Haití quedó perfectamente probada"
  3. 3.
    Proceso de educación, instrucción y cuidado que se da a una persona durante su infancia y su adolescencia.
    "buena crianza; mala crianza; saliste un poco descarriado y hereje, pero de todos modos algo puede la crianza"
  4. 4.
    Educación, cortesía o urbanidad de una persona.
    "gruñía mucho haciendo todo un sermón sobre la mala crianza de aquel pueblo"

¡Oh, sorpresa! ¿A que muchas no os lo hubierais esperado? He marcado en negrita lo que realmente me interesa, que además engloba las dos definiciones anteriores. 
Ahora bien, ¿qué hacemos con todas esas familias que solo ''crian'' pero no educan, porque creen que esto último es competencia de la escuela? 
Lo que deberíamos hacer es, por tanto, educar a esos padres primero antes de que cometan el error de no-educar a sus hijos. Esto debería ser unas cuantas horas extras en las clases de preparación al parto, sin duda alguna.  Y otra muestra:

educación
nombre femenino
  1. 1.
    Formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen.
    "la escuela se ocupa también de la educación en valores; cursos de educación para adultos; la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia"
  2. 2.
    Transmisión de conocimientos a una persona para que esta adquiera una determinada formación.
  3. 3.
    Conjunto de habilidades o conocimientos intelectuales, culturales y morales que tiene una persona.
    "tiene una educación muy completa; perteneciente a una familia aristocrática, adquirió una excelente educación y sucedió a su hermano"
  4. 4.
    Adecuación del comportamiento de una persona a las normas de cortesía comúnmente admitidas.
    "buena educación; mala educación"

Me vais a permitir que nuevamente marque en negrita a lo que quería llegar. 

Las nuevas corrientes.

Siempre digo, y no me canso, que no tengo gurús de la educación, al igual que no los tengo para la crianza de mi hijo. Ni todo es Piaget, ni todo es Montessori. Lo que en realidad deberíamos hacer no solo como padres sino como educadoras, es coger un pellizco de cada cosa. Coger lo bueno, lo que nos vale, lo que nos funciona y sobre todo lo que nos hace sentir cómodos.

Ya desde hace años la sola mención de 'Conductismo' provoca un escalofrío en muchas personas, sin que realmente sepan qué bases tiene y cómo se puede usar sin que sea abusivo. Tendemos a ir a los extremos en cuanto a educación se refiere y en realidad hay muchos puntos en los que parar.
Por otra parte están las corrientes que no intervienen, las que no castigan, las que no elogian. Aquí quería yo llegar.

¿Está mal elogiar a un niño? ¿Por qué y en qué medida?

Yo creo en el elogio, no solo como modificación de una conducta indeseable -hablamos de conductas que suponen peligro tanto para el niño como para el adulto- sino que ayuda al crecimiento de la persona y el desarrollo de la autoestima. Pero claro, el problema de muchas personas que sin dedicarse a la educación leen asiduamente este tipo de publicaciones, es que carecen de una larga y amplia formación sobre psicología, pedagogía y desarrollo cognitivo del bebé y el niño. Por tanto, creen a pies juntillas todo lo que cae en sus manos sin pararse a pensar si eso que se cuenta es cierto, si está estudiado o bien argumentado y si realmente es bueno/perjudicial para los más pequeños.

Lo cierto es que la mayoría de los artículos a los que me refiero asegura con mucha severidad que elogiar a los niños no solo es malo, sino que es peligroso. ¡¡Peligroso, señoras!!
El tema del elogio es como todas las cosas, que en exceso puede ser malo. Eso entra dentro de los valores que debemos enseñar a los niños: un exceso de sinceridad es malo para las relaciones personales, un exceso de orden puede derivar en una manía y así un largo etcétera. 
De ahí a decir que elogiar a un niño por sus logros -ojo, no así por que sí- sea peligroso y destructivo va un trecho muuuuuuuy largo.

Los que se han documentado - o eso dicen- sobre la materia argumentan que desde pequeños nos enseñan a necesitar el elogio externo como aire para respirar, que solo buscamos la aprobación de los demás para sentirnos seguros y aumentar nuestra autoestima pero que a la larga seremos muy infelices y acabaremos con la autoestima por el suelo. ¿Pero es cierto esto?

Imaginaros por un momento que tenéis un gran trabajo entre manos, que os lleva muchísimas horas, muchísimos días de estar hasta las tantas, dejando pasar incluso algunas horas que podríais disfrutar con la familia para terminarlo a tiempo y perfeccionarlo un poco. ¡Y lo consigues! Lo entregas, lo expones y al final de todo tus superiores te dicen: ''¡Mmmmm! Veo que te has esforzado mucho. ¿Estás orgulloso?''
Probablemente ya estabais orgullosos de ese trabajo mucho antes de entregarlo y por supuesto que no necesitas dos palmaditas en la espalda para que te digan lo bueno que eres. ¿Pero a que anima mucho que reconozcan tu trabajo? A mi sí, añade un plus a mis propio sentimiento de satisfacción y no por ello tengo baja autoestima, sino que te hace sacar un poco de pecho a veces. Por contra, las personas a las que nunca se les valora en el trabajo suelen tener pocas ganas de trabajar e incluso abandonan su puesto de trabajo por falta de motivación. 

¡Buscamos aulas motivadoras, pero no elogiamos? ¿Por qué?

Un elogio es motivador. A un niño hay que reconocerle el esfuerzo, al fin y al cabo de eso se trata. Ni es bueno alabar cada garabato del niño como si fuera Velazquez resucitado ni es malo decirle ¡muy bien! cuando, por fin, después de muchas semanas tu hijo hecha a andar. ¿Quiere decir que si a nuestro hijo o a nuestros alumnos les decimos ¡¡muy bieeeen!! por empezar a caminar solo lo harán para contentarnos? ¿Para buscar nuestra aprobación? Ya os digo yo que no. Los niños hacen las cosas por impulso, por que les apetece y les nace. Y por ello, no está mal reconocer ciertos momentos con palabras bonitas. Ya no se trata de montar una fiesta ni mucho menos, pero un 'bien', o un 'caray, con lo que te ha costado , estoy orgullosa' o un .... '¡fantástico, fenomenal!'. A nadie amarga un dulce.

Que sí, que se nos está yendo todo esto de las manos. Pasamos de celebrar cualquier hito natural del bebé con unas palmas y un ¡muy bien, muy bieeeeen! a no decirles absolutamente nada. Creo que nos estamos pasando ya. No sé como acabará todo esto.




Fuentes de los artículos:




domingo, 26 de julio de 2015

Ganadora del Sorteo Combel.

Tenéis que perdonar el retraso, pero tener a un niño febril provoca tener que dejarlo todo, incluído los sorteos de libros chulísimos como el que tenemos entre manos.



Una vez pasada la tempestad, que gracias a Dios nos ha durado un único día,¡¡¡ ya podemos proceder a dar el resultado del sorteo express!!!

Y la ganadora eeeeeeeeeeeessss..... rrrrrrrrttatatatatattatatataa....





¡¡Felicidades!!! ¡¡Que lo disfrutes muchísimo!!

Y a todas las demás, gracias por participar. A lo largo del año habrá más sorpresas, asi que no dejéis de pasar.

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