jueves, 12 de noviembre de 2015

¿Podemos evitar los mordiscos entre niños?

Hace un tiempo que tenía pendiente esta entrada por motivos personales, pero hasta que no he leído la experiencia de otra persona no me he animado, los días se me escapan y me cuesta escribir.



El tema de los mordiscos es siempre muy discutido por todas las familias que van a una escuela, igual que lo es el tema de pegar en el colegio o el acoso escolar en el instituto. Es una de esas cosas que nos cargan encima a las educadoras, la acusación de que no estamos pendientes.

Somos humanas, igual que tu.

Las educadoras tenemos dos brazos, dos piernas, dos ojos y una boca. Igual que tú como madre. Si en casa con un único niño pueden darse situaciones peligrosas o comprometidas, ¿qué le hace pensar que una persona para 8, 13 o 22 niños no sucederá?.

martes, 3 de noviembre de 2015

¿Debemos cobrar en función de la evaluación del centro?

Me pasaban ayer un artículo bastante sonado entre maestros y educadores que comentaba que parte del sueldo del docente debería pagarse en función de la evaluación del centro. Sin haber podido leer con profundidad el artículo ya me pareció maravilloso, pero me voy a explicar mejor.

¿Deberíamos cobrar en función de lo que vales?

No es que sea posible, es que debería ser así. Quiero decir, en la enseñanza privada si no vales o consideran que tu trabajo es ineficaz o los padres ponen muchas quejas por tu actitud o tu forma de trabajar, te echan. Eso es así.
Pero en otros ámbitos, como en algunos concertados o -especialmente- la enseñanza pública pues la cosa es muy diferente. Tan diferente que los primeros ofendidos por esta idea son los funcionarios. ¡¡Qué cosas!!

Los sueldos de educadora en una escuela privada rondan entre los 700 y los 900€ -con suerte- trabajando unas 8h si es que no te toca quedarte 12h preparando un festival, ensayando coreografías con las otras profes después de que recojan a todos los niños o incluso cuando tu jefa te pide colaborar -gratis- con una hora más al día para el mejor funcionamiento del centro y para una mayor conciliación familiar. Y eso si no te llevas trabajo para casa, que aunque os pueda parecer que preparar disfraces o regalitos para las familias es una chorrada, tardas horas en acabar y terminas agotada. Puede que incluso con varias contracturas en la espalda. Doy fe.
Los sueldos de educadora en una escuela pública rondan los 1000€ como poco. Trabajan 7,30h diarias más lo que haya que preparar, igual que en la privada. Las extras se pagan y en general tienes más material y se respetan más los horarios.
Si alguien nos propusiese cobrar más o menos en función de la evaluación que recibe el centro probablemente muchos centros se pondrían las pilas, aumentando su oferta educativa o mejorando las condiciones de las educadoras para que puedan trabajar más motivadas.

Los funcionarios ¿Los más perjudicados?

La mayoría de las quejas como dije antes, proceden de los maestros que tienen una plaza fija. Ellos se consideran los más perjudicados. ¡¡¡Ellos!!! Que tienen sueldos mucho más altos que cualquier otro profesor de la privada. ¡¡¡Ellos!!! Que en la concertada cobras casi un año después de empezar a trabajar. ¡¡¡Ellos!!! Que una vez conseguida la plaza pueden ponerse a dormir porque ya nadie los echa.

''No generalices'', me decían. Es cierto, no se puede generalizar, pero es de conocimiento público que todavía queda mucho docente ocupando un puesto fijo que no da palo al agua, al que sus alumnos les da bastante igual y que se implica poco o nada con las familias. ¿Es justo que alguien así siga perteneciendo al cuerpo educativo de un país y cobrando por ello? ¿Y si le bajamos el sueldo, trabajaría más y mejor?
Yo tengo claro que cuando a la gente le tocas el bolsillo algo cambia. Cuando tus ingresos depende de lo bueno  o malo que sea el personal se activa y se crece. ¡Bien! La educación debería ser como un trabajo comercial, que si haces muchos clientes cobras más que si haces pocos. Los puestos de funcionarios deberían ser como las condenas: REVISABLES.
Si tu clase no funciona, si no se obtienen resultados, si no cumples objetivos reales -que no legales-, si tus alumnos no son felices y las familias te ponen pegas entonces, quizás, deberían bajarte el sueldo.

¿Y quién evalúa?

Que sí, que sí. Que en otros países los docentes cobran tres veces lo que nosotros -la vida allí es mucho más cara que aquí-, se les respeta más - se hacen respetar con leyes que los amparan y una cultura de estudio muy diferente, y se les tiene en consideración en el gobierno -ejem- para saber por dónde deben ir las medidas educativas para las próximas generaciones.
Pero Spain is different. Y no podemos estar mirando siempre la paja en el ojo ajeno, estamos aquí y ahora y tenemos que apechugar o hacer algo para que nos escuchen.

Lo que la mayoría se teme es que sea el propio gobierno quien evalúe o lo que es peor, que sea una contrata barata -del amigo de alguien- el que evalúe y de mejores resultados a los privados, por ejemplo. O que no tengan en cuenta el contexto socio cultural del colegio o las necesidades educativas del alumnado.
Pero y ¿qué os parecería si evaluase la familia? ¿o los alumnos? No serían tan descabellado, ningún profesor podría saber mejor qué necesitan sus alumnos que sus propios alumnos o sus familias.

A mi el tema me parece interesante. Quizás así podríamos mejorar le calidad docente en el aula y en conjunto, sacar unas generaciones preparadas para el mundo actual y el que se les viene. Una forma eficaz de poder renovar viejas glorias con métodos dudosos o poco ortodoxos de enseñanza por nuevos e innovadores jóvenes con ganas de comerse el mundo y hace de su clase un mundo para soñar, aprender y ser feliz. Porque al fin y al cabo, la enseñanza tiene que buscar la felicidad del niño para que pueda aprender e interiorizar y no odiar los contenidos.

Si hubiese que firmar hoy mismo, yo firmaría. Quiero una evaluación personal por docente. Tanto vales, tanto cobras.

¿Qué opináis vosotros?

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